TESTIMONIOS

Nunca me ha gustado hacer ejercicio, pero que el cuerpo necesita moverse es una realidad ineludible. En este contexto de buscar algún tipo de actividad física, mi querida Val me propuso ingresar al mundo de las bolas y ha sido un tiempo precioso. La dedicación a cada uno de los entrenamientos, su entrega en cada sesión y el cuidado con el que aborda el trabajo en cada cuerpa, son solo algunos de los dones que ha compartido conmigo a lo largo de las sesiones. Es una persona muy dedicada, muy estudiosa del cuerpo y de los ejercicios, que tiene una conciencia universal sobre lo que significa una cuerpa no solo en movimiento con este tipo de objetos, sino existiendo en un mundo cruel y difícil, donde poder encontrarse para observarse a une misme y movilizarse desde la energía que las bolas provocan, es un regalo excepcional y poco común. El espacio del entrenamiento es para cualquiera que desee emprender un viaje bolístico y físico; pero es especialmente sensible y acogedor para personas con cuerpas e identidades disidentes que buscan un lugar y a una maestra libre de prejuicios, un espacio donde no serán juzgades sino celebrades y la oportunidad de interactuar y vincularse con una ser humana maravillosa como lo es Val. Más que recomendado.